jueves, 2 de febrero de 2012

-¿Era esto lo que querías? ¿Era esto, Tom? Trocitos de corazones rotos pintados sobre papel y noches mágicas que no volverán a suceder. No firmamos un contrato, pero yo creía que nuestro amor sería eterno. Una historia demasiado bonita para ser cierta, ¿no? 
Risa irónica.
-Pues no te preocupes, aquí llega nuestro punto final. Y tenías razón, soy soñadora en exceso y espero demasiado de la gente.
Pausa.
-Ya he recogido todas mis cosas y ya estoy de camino a un lugar en el que me quieren de verdad. Borra mi número de la agenda y quema nuestras fotos de aquel fotomatón del metro. Y esa libreta con nuestros planes de futuro, ¿la recuerdas? Quémala también, por favor. Yo desapareceré de tu vida, lo prometo. No volverás a verme. Me evadiré de tus sueños y de tus pensamientos. Jamás volveré a ser parte de tu rutina. Porque, por mucho que lo intentemos, jamás volverá a ser lo mismo. Hasta nunca, Tom. Espero que la vida te trate tan mal como tú me has tratado a mí.
Botón rojo. Suspiro.